Las coordenadas son precisas: olor a buen tabaco, sabor a Guayabita del Pinar y por último, pero –para ser justos– no por exclusivos, los mogotes. Bastan estas tres distinciones para que el buen viajero se ubique en espacio. Conocido como “El Jardín de Cuba”, Pinar del Rio ofrece más que sus “flores”.
Viñales, Soroa y Las Terrazas.
La tierra del mejor habano es famosa por su belleza natural exuberante, apreciable en cualquiera de sus Parques Nacionales o en alguna de sus áreas declaradas Reserva de la Biosfera. Para los amantes de la naturaleza, el Valle de Viñales ofrece un paisaje casi sin igual. Este conjunto, reconocido como una de las principales atracciones turísticas de la zona, permitirá al visitante entrar en contacto directo con las costumbres lugareñas.
Las actividades que se ofrecen son múltiples. Ya sea que el viajero decida permanecer por varias noches –para lo que tendrá a disposición las casas particulares o los hoteles— o dedicar un día de excursión, el Valle tendrá siempre reservado para él su Cueva del Indio, su Mural Prehistórico, sus vegas y, entre otros, su verdor monumental. De igual forma, considerando las preferencias del visitante para transportarse, no muy lejos de allí se halla el orquideario de Soroa y la comunidad turística rural Las Terrazas, conectados todos por la prominente Cordillera de Guaniguanico.
Las playas de Pinar del Río
Para aquellos que además gusten de percibir el perfecto contraste en la cuna del tabaco, Pinar del Río ofrece sus maravillosas playas.
Playa María la Gorda
María la Gorda es una impresionante playa con 8 kilómetros de fina arena blanca y aguas cálidas y transparentes, conocida por sus excelentes posibilidades de buceo con más de cincuenta puntos de inmersión y una maravillosa formación de coral negro de 100 metros de largo.
Cayo Jutía y Cayo Levisa
Cayo Jutía es un islote-paraíso de 4 kilómetros cuadrados, conectado a través de un terraplén con tierra firme, en el que pueden realizarse actividades como buceo o kayak. Sus aguas de un color turquesa y baja profundidad son solo comparables a las de los otros muchos cayos que ostenta la isla de Cuba, como Levisa.
Cayo Levisa, ubicado a unos 75 kilómetros de la costa norte de Pinar del Río, es una de las pequeñas islas que conforman el archipiélago de Los Colorados. Resulta también un excepcional lugar para bucear, sobre todo porque en él se encuentra la barrera coralina de Los Colorados, una de las más grandes y pobladas del mundo. Por aquellos que quieran ver el Sol bañado por aguas tan poco profundas esperan hoteles con servicios de primera.
En todos y cada uno de estos lugares la oferta es amplia. Resta sólo aprovecharse de ella.
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