Matanzas, otra ciudad que redescubrir

Centro Histórico

Matanzas es una urbe llena de atractivos para visitantes nacionales y foráneos en la que el redescubrimiento, fomentado por los programas de reanimación y restauración, propone una quietud necesaria ante la magnificencia de sus construcciones y espacios públicos. Próxima a cumplir sus 325 años, la ciudad de San Carlos y San Severino de Matanzas exhibe un valioso patrimonio edificado sobre todo en su Centro Histórico, Monumento Nacional y segundo más extenso de la Isla, junto a bellos escenarios como el valle del río Yumurí y la cueva de Bellamar.

La vocación paisajística de Matanzas constituye uno de los principales incentivos para el desarrollo del turismo cultural y de naturaleza, a fin de convertirla en un enclave de importancia entre los polos de La Habana y el balneario de Varadero. En la ciudad neoclásica por excelencia de Cuba, el equilibrio singular entre arquitectura y paisaje está presente incluso en el propio trazado urbano, delineado en su mayoría por los ríos San Juan y Yumurí.

 Restauración 

En la Zona Especial para la Conservación que forma parte del Centro Histórico citadino, se concentra hoy el principal foco de la rehabilitación, en edificios como el teatro Sauto sometido a la mayor restauración capital de su historia, y la calle de Medio, destinada a ser un corredor peatonal comercial.

Los trabajos alcanzan la fundacional Plaza de La Vigía, donde se sitúan los icónicos exponentes locales del neoclásico, entre ellos la Estación de Bomberos Enrique Estrada, muestra más acabada del neoclasicismo local, considerado el último edificio de dicho estilo erigido en Cuba.

También en la Plaza de La Vigía se restaura la considerada primera obra neoclásica de gran envergadura construida en el país: el antiguo edificio de la aduana luego convertido en Palacio de Justicia, el cual acoge hoy a la Oficina del Conservador, donde se ubicará la maqueta de Matanzas.

 Historia 

El próximo 12 de octubre se cumplirán 325 años de la fundación de Matanzas, primera ciudad creada en la Isla por interés explícito del estado español, y ejemplo del urbanismo de nuevo cuño preconizado por las Leyes de Población dictadas por Felipe II.