El Cristo que bendice durante cada segundo al pueblo cubano.

cristoLa Habana también tiene su Cristo que la cuida desde las alturas de una colina. Una estatua llena de vigor y firmeza, con un rostro que refleja  serenidad, y seguridad en sí mismo. Cuba no está sola, Cristo está presente.

Dominando la ribera este de la bahía, El Cristo de La Habana,  desde su altura de 80 metros sobre el nivel del mar, esta estatua de 15 metros y su entorno resultan un agradable lugar desde el cual se tiene una espléndida vista sobre la bahía y la ciudad.

Resulta imposible no sobrecogerse ante la majestuosidad de una obra que, por sus dimensiones, es considerada la mayor escultura al aire libre salida de las manos de una mujer.

El Cristo de La Habana es una escultura colosal, realizada en mármol blanco de Carrara, por la escultora cubana Jilma Madera (1915-2000).

 Representa a Jesús de Nazaret de pie, mirando hacia la ciudad, vestido con una túnica larga, con la mano derecha en alto, bendiciendo y la mano izquierda cerca del
corazón.

La estatua posee una altura de 15 metros y descansa sobre una base de 3 metros. Está situada en el poblado de Casa Blanca, en una explanada que se extiende entre la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña y el Observatorio Nacional (Instituto de Meteorología), y alcanza una altura total de 79 metros, teniendo en cuenta la colina donde está emplazada. Desde esta explanada se observa una vista maravillosa de la bahía y gran parte de la ciudad de La Habana.

El peso aproximado de la escultura es de 320 toneladas aproximadamente y está compuesta por 67 piezas, que fueron esculpidas en Roma y allí bendecida por el Papa Pío
XII.

Los cambios en la década de 1990 relacionados con la libertad religiosa revocaron esta decisión y, en la Semana Santa de 1996, se realizó un viacrucis y un acto de
desagravio por jóvenes católicos habaneros.

La escultura ha sido alcanzada por rayos en tres ocasiones: 1961, 1962 y 1986, antes de que se le colocara un pararrayos.

A pesar de su reciente restauración, la estatua presenta un gran daño en la parte derecha de la cabeza.

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