Cerca de esta ciudad, en su ingenio La Demajagua, un 10 de octubre de 1868, el “Padre de la Patria”: Carlos Manuel de Céspedes, dio la libertad a sus esclavos y los conminó a unírsele para luchar por la independencia de su país. Esa fecha se considera la del nacimiento de la nacionalidad cubana, diez días después, los cubanos que entraron victoriosos en la ciudad, cantaron por primera vez las notas del Himno Nacional, por esta razón el 20 de octubre se celebra el Día de la Cultura Cubana.
En Bayamo se compuso la que es considerada la primera canción trovadoresca cubana: “La Bayamesa”, de Céspedes y Fornaris, la cual se cantó frente a la ventana de la habitación de la bella Luz Vázquez, a quién estaba dedicada la misma, dicho sitio se conserva en la actualidad.
Sin embargo hay otro hecho muy significativo relacionado con la tierra bayamesa y es que fue testigo de la trama contada por el escritor Silvestre de Balboa en la que es considerada la primera obra literaria cubana: Espejo de Paciencia, que vio la luz en 1608.
El 12 de enero de 1869, sus habitantes prefirieron incendiar la ciudad antes que entregarla de nuevo a los españoles. Su arquitectura es variada y esto puede constatarse en algunas edificaciones que sobrevivieron al mencionado incendio. Como centro histórico de la urbe se considera un antiguo convento denominado Santo Domingo, hoy convertido en una sala de teatro.
En Bayamo existe el único museo de cera de Cuba con figuras a tamaño natural de importantes artistas cubanos como: Bola de Nieve, Polo Montañés, Compay Segundo, y otras personas, entre ellos el turista italiano Fabio Di Celmo.
En esta ciudad se realiza cada año, alrededor del 20 de octubre, la Fiesta de la Cubanía, que acoge todas las manifestaciones del arte y la literatura.
Bayamo es rica en tradiciones e historia, ha alcanzado un notable desarrollo industrial, destacándose en las producciones de: leche condensada, quesos, helados, materiales de la construcción, tabaco, azúcar, bebidas y carnes.
Algo muy peculiar que la caracteriza es la costumbre que han mantenido sus pobladores, de transportarse en antiguos coches tirados por caballos.
Las principales capacidades hoteleras se encuentran en los hoteles Sierra Maestra y Royal ton.
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