Cuba es la tierra del tabaco. Pocos son los visitantes que no caen en la tentación de probar este producto 100% cubano hecho a mano, símbolo y tradición de la isla caribeña y aún más, un estilo de vida, un arte.
El tabaco fue descubierto por los expedicionarios que envió Cristóbal Colón al pisar esa tierra, -´´la más hermosa que ojos humanos hayan visto´´- y al principio no sabía que se trataba de un bien tan preciado.
La provincia de Pinar del Río es donde esta planta se da como en ningún otro sitio. Las mareas vegetales en las fértiles tierras del lugar preñan la provincia de infinitos mantos verdes en época de siembras.
Resulta especialmente estimulante para el viajero de cualquier índole ser testigo del proceso de la confección de un puro y el mejor lugar para esto viene a ser nuevamente Pinar del Río con sus muchas casas de tabaco. Los torcedores de tabaco del lugar dan muestras y detalles del procedimiento. El espectador llega a sentirse realmente parte de todo lo que conlleva la elaboración del tabaco cubano
Desde sus orígenes el tabaco cubano ha sido signo de buen gusto y distinción. Un arte que involucra todos los sentidos, desde el tacto hasta el oído.
Un plantador brasileño le dijo una vez a Davidoff: “Muchacho, tu amas el tabaco. Vete a Cuba, a las tierras rojas. Descubrirás el puro y ya no existirá nada más para ti.”
Uno de los lugares indispensables a visitar es la Fábrica Partagás, la fábrica de habanos más famosa, antigua y prestigiosa de Cuba. Es uno de los lugares más visitados del país en circuitos. Además de descubrir como separan y clasifican la hoja, podrás apreciar cómo se enrollan, se prensan y empaquetan los puros. La fábrica también alberga un salón de ventas, donde podrás elegir entre una gran variedad de habanos y un bar.
Excursión Habana, Tabaco y Ron
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